Desde siempre, Cepita ha sido un gran líder a la hora de hablar de bebidas a base de jugo de fruta, y sus productos son sinónimo de buena calidad, frescura y tradición.
Si bien la categoría de estos productos, por su propia naturaleza, se podría diferenciar un poco de la de aguas saborizadas, ha vivenciado un importante ingreso de competidores luego de la llegada de marcas como Levité, Ser, Nestlé Pureza Vital, H2Oh!, entre otras. De hecho, Cepita se vio obligada a lanzar una línea de aguas llamada Aquarius luego de que Dasani se viera perjudicada por las ya famosas denuncias que recibió. De este modo Coca-Cola seguía participando en este atractivo mercado, y con una marca fuerte como Cepita.
Pero la firma de los jugos se dio cuenta de que sus productos (si bien son bien recibidos por el público) tenían una desventaja por sobre el resto: sus packagings eran poco prácticos en términos de consumo particionado. Al ser un envase de cartón, la apertura del producto obligaba a ser consumido en el acto. Además, el contenido neto de los jugos era pequeño, por lo que agrandarlo sólo haría agravar la situación, de modo que lanzó al mercado sus nuevas presentaciones en botella, una decisión que parece acertada para competir de igual a igual con los demás competidores desde la óptica del consumo práctico: como bien dice su slogan "Disfrutalo en cualquier lugar", este nuevo packaging supone una gran comodidad y el jugo puede ser ingerido cuando el consumidor desee.
Con sus tres sabores iniciales de Ananá, Durazno, y Naranja, Cepita ha sabido escuchar la problemática de sus clientes y supo captar ese insight tan poderoso que le dio la oportunidad de demostrar, una vez más, que las marcas están para facilitarle la vida a las personas y ayudarlas a concentrarse en cosas más importantes de la vida.
Si te gusta Cepita, ahora podés tomarla cuando quieras.
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