6 de septiembre de 2010

Roger sigue ganando en todas las canchas




El astro suizo del tenis mundial se maneja tan bien dentro como fuera de la cancha desde hace ya varios años, y parece ser que sus aptitudes sin la raqueta son óptimas. Sus importantes logros deportivos y su intachable conducta hacen de Federer un modelo a seguir por muchas personas, transformándolo en un gran atractivo para que (una vez más) las marcas comuniquen sus valores y campañas a los consumidores. 

A la lista de marcas que el suizo representa se le suma Lindt, compañía de la misma nacionalidad que comercializa los tan famosos chocolates. En esta ocasión, el tenista nos deleita con una actuación digna de su propia personalidad tímida y simpática. Aún mostrando una faceta más humana, se muestra irresistible frente a todas las mujeres. Sin proponérselo, es sofisticado y seductor de manera natural, y es así como se muestran los bombones Lindor.

Como muchas marcas (nacionales e internacionales), Lindt también se apoya en las celebridades para dar a conocer su identidad y carácter. Para ejemplificar un poco, al hablar de identidad se está respondiendo a las preguntas de qué es la marca y cómo se muestra, con lo cual podemos decir que Lindor es sinónimo de "irresistible", y se da a conocer a través de la generación de una revolución interna al provocar que nada más importa, a tal punto de hacer cualquier cosa con tal de tenerlos. Si prestamos especial atención a la primera parte de la pieza pubilicitaria, observamos que una de las dos agentes de control notó de antemano la presencia del tenista, pero al abrir el bolso para inspeccionarlo se da cuenta de que todo pasó a girar en torno a los chocolates Lindor, dejando de lado al mismísimo Roger Federer. A nadie se le puede negar un bombón de estas características. 

Humor, sabor, elegancia, sobriedad y simpleza son algunos de los ingredientes que posee este acertado comercial de Lindt.             

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