La música es un comprobado componente de alegría y estímulo para todos los seres vivos. Eso es algo que todos sabemos, pero lo que también es una realidad es que muchas campañas son muy creativas y graciosas pero quedan olvidadas con el correr del tiempo. Un claro ejemplo es lo que sucedió con la famosa "Llama que llama". Todos nos acordamos del spot publicitario en sí, ¿pero recuerdan de qué marca se trataba? Les doy unos segundos para que hagan memoria........ ¿Todavía no se les viene a la cabeza? Bueno, yo se los digo: la marca en cuestión era Telecom. Hasta me acuerdo que habían producido muñecos de peluche de aquellos geniales personajes, pero parece que no fue sucifiente; en gran medida, la gente no recuerda que se trataba de esa marca. Ejemplos como este hay en grandes cantidades, y es un fenómeno que se está presentando con mayor regularidad.
Recordar los comerciales pero no lograr relacionarlos con el anunciante es un síntoma de que la campaña no logró los resultados esperados a lo largo del tiempo, lo que significa que no hay recordación de marca en los consumidores ni, posiblemente, un consumo en aumento de la misma. Esto es algo bastante grave debido a que las marcas destinan cada vez más dinero a la construcción de marca. Es cierto que la arista comunicacional es sólo uno de los componentes del branding, pero no deja de ser importante ya que es el primer contacto que los consumidores tienen con la misma.
Ojalá estas cuestiones hayan sido tenidas en cuenta por VW y Mamá Lucchetti, porque vienen realizando geniales campañas comunicacionales en las que logran llegar con mucho éxito al consumidor durante la salida al aire de sus spots. Para que se den una idea de las repercusiones que están teniendo, un día, estando en un conocido shopping de Martinez, pasé por al lado de una niña (de 6 años de edad aproximadamente) con sus padres y cantaba "Yo tengo un sapo que se llama Pepe". Independientemente de que el simpático sapo sea un personaje famoso para los niños, la publicidad genera un efecto multiplicador del mismo.
Diana Arroz no se queda atrás: en cada reunión de amigos, en el trabajo, en los colegios y diversos lugares se escucha el "Hoy hice arroz, lo hice para vos, yo soy Diana Arroz" casi de modo unánime. Más interesante aún es lo que me confesó un padre de familia, quien compró el arroz de Mamá Lucchetti luego de haber visto el comercial: "Le dí una oportunidad para probar, y caí bajo los efectos de su publicidad".
Qué interesante y emocionante es ver las repercusiones que las campañas pueden tener, pero es muy prematuro aún para evaluar si Diana Arroz y el Sapo Pepe realmente fueron eficaces en el tiempo. Ojalá rompan (al menos un poco) con este viejo carma del Marketing y la Comunicación, y que los consumidores recuerden a VW Surán y a Mamá Luchetti en un futuro en lugar de los personajes de los comerciales.
1 comentario:
Yo creo que siempre y cuando la construcción de marca sea correcta, fundada en conceptos fuertes, la recordación permitirá lograr el posicionamiento deseado. En el caso de Luchetti, basado en el concepto de la 'Mamá Real con un toque original', creo que la Construcción de Marca es correcta, y tenemos 'Mamá Luchetti' para rato.
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