Si hay un ejemplo de competencia citado hasta el hartazgo es lo que ocurre entre Coca-Cola y Pepsi. La gran rivalidad que existe entre ambos desde sus comienzos ha hecho que se diagramen campañas publicitarias muy originales y sorprendentes. Más aún, en Estados Unidos no hay limitaciones legales para citar a la marca de la competencia, por lo que la publicidad comparativa no es un inconveniente. Muy diferente es lo que sucede en Argentina, país en el cual (aún) no se puede tener esa libertad publicitaria.
Para el día del amigo, Pepsi escribió un nuevo capítulo de esta novela al lanzar a los medios su nueva campaña de su bebida Max en la que, nuevamente, los camioneros de Pepsi y de Coca se encuentran en un parador al costado de la ruta. Como era de esperar, la marca de la "Generation Next" apeló a un mensaje humorístico, menos conservador y desafiante, rompiendo siempre con el molde de lo tradicional y "ya instalado". Pero en esta ocasión, al hombre de Pepsi no le fue tan sencillo convencer al de Coca y se llevó una sorpresa como regalo por el Día del Amigo.
Más allá de este caso en particular, ¿qué opinás de la publicidad comparativa?, ¿crees que se pueda aplicar en nuestro país? Dejanos tu comentario!
1 comentario:
Me encanta el marketing de Pepsi. Siempre un paso adelante y marcando tendencia.
Creo que cuando la publicidad comparativa es trabajada de manera ingeniosa y con humor, como en el caso de Pepsi Max, funciona muy bien. Se potencia una fortaleza propia sin mencionar explicitamente una debilidad de la competencia.
En nuestro país, no creo que la publicidad comparativa se pueda realizar de manera profesional. Solemos ser más agresivos en las comunicaciones abriendo las puertas a una competencia desleal.
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