2 de abril de 2010

Movistar te propone cambiar el equipo; ¿cambiará el servicio?


Hace algunos días, la compañía de telefonía celular ha lanzado al mercado la campaña "Internet es móvil y está al alcance de casi todos". Realizando un análisis del mensaje, parecer ser que es una de las pocas veces que una campaña es 100% "verídica" al comunicarle al consumidor que no todos pueden acceder a este beneficio. Esta imposibilidad no se encuentra en la famosa letra chica del contrato, sino que está visible en el enunciado principal, lo cual hace que la campaña no sea engañosa.



Además, esta iniciativa posee un plus en cuanto a su muy buena ejecución: Movistar invita a sus clientes a cambiar su equipo actual por uno que esté en condiciones de aprovechar esta promoción.
De este modo, la compañía se asegura facturación por partida doble con la promoción de internet y con el cambio de celulares. A su vez, desde un punto de vista semiológico, Movistar se muestra honesta, tolerante frente a su consumidor, abierta a la invitación para que éste se sienta integrado a su estrategia, e incluso customizada en su atención a cada uno de sus clientes (observen que hasta empleados de gran jerarquía se acercan a atender al "señor del ladrillo"). Bajo este contexto, la marca está construyendo valor tangible. No podemos negar que la campaña es sensacional, creativa y bien ejecutada.

Sus nuevos locales también demuestran una renovación constante para estar siempre a la vanguardia en diseño y modalidad de atención. Su nueva sucursal inteligente de Cabildo y Pampa (en el barrio de Belgrano) permite a los consumidores interactuar y entrar en contacto con todos los celulares disponibles. Esto es un gran avance en la forma de comunicarse con su target, dejando atrás los equipos protegidos por un vidrio y sólo palpables a la vista. 

Más allá de lo expuesto anteriormente, cabe remarcar que aún resta por recorrer un largo camino (y esto es moneda corriente en todo el sector industrial) en cuanto a la prestación del servicio propiamente dicho. Trámites burocráticos, lentitud en la solución de problemas, señales que no son lo suficientemente eficaces a causa de poca cobertura, son algunos de los inconvenientes que la industria viene arrastrando desde hace muchos años. Pareciera ser que las marcas se preocuparon más por vender líneas y celulares que por invertir en lo que se requiere para brindar un servicio acorde a la creciente demanda por parte del mercado. Los celulares han cambiado, se han modernizado; los planes, también. Pero todavía resta mejorar lo que está debajo del iceberg, aquello que el cliente no ve pero sí percibe cada vez que requiere de sus servicios, y es ahí donde Movistar tiene la gran oportunidad de cubrir este hueco que toda la industria está dejando a la luz. Si logra obtener esa ventaja competitiva, la imagen e identidad de marca quedarán bien diferenciadas frente a sus competidores, quedando en una posición de absoluto liderazgo.   

No hay comentarios: