
Estamos tan llenos de carteles, de mensajes, de avisos, que ya no les prestamos tanta atención y muchas veces hasta llegamos a molestarnos con las marcas. Una vez escuchando uno de mis programas favoritos de radio, el conductor iba leyendo los diarios de internet para dar las noticias y, cuando llegó a uno de los más conocidos, se quejó de que un banner de publicidad le cubría toda la pantalla ni bien entraba al sitio. Lo que dijo fue algo así: "Me molestan mucho estas publicidades. Ojalá esta marca se pudra". Cosas como estas las vivimos a diario y si preguntamos la reacción de la gente, seguramente obtendremos un alto grado de quejas.
Lo que Kellogg´s ha entendido es que existe una nueva modalidad para generar valor de marca y continuar comunicándose con sus consumidores: no mostrar logos ni productos en sus avisos publicitarios. La nueva campaña de "Kellogg´s Special K" consta de seis spots publicitarios, y cada uno de ellos muestra a la mujer orgullosa de perder sus "kilitos" de más de una manera más humana y natural, mostrando al mundo su logro. Lo curioso es que en ningún momento se visualizan logos o marcas de esta firma, y solamente al final de la publicidad se puede escuchar una voz en off que dice "Consigue la victoria, sumate al desafío Special K".
¿Resultado? Los consumidores saben de qué marca y producto se trata, no se molestan y por ende consumen más placenteramente, sabiendo que Kellogg´s los acompaña en su vida sin interferir en ella a cada momento. De un modo mucho más armonioso y sutil, las grandes marcas pueden lograr grandes resultados de recordación, beneficiándose la misma, el producto y la categoría, porque se transformará la manera de comunicarse con el target. Seguramente, la mujer se dará cuenta que esta marca se está dirigiendo a ella sin molestarla y jamás dirá "ojalá Kellogg´s se pudra!".
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